Octubre 4, 2008 por Garry Castner
Existe un principio eterno de Dios con respecto a quienes deberían hacer Su obra. Dios ha establecido que las cosas santas de El deben ser tocadas y guardadas por personas santas y escogidas. Números 4:1-5 establece que solamente los hijos de entre la tribu de Leví podían trabajar en las cosas sagradas del Tabernáculo. Dios también estableció que las cosas santas de El no podían ser tocadas por extraños (Núm.18:7) ¿Se aplica este principio a la obra de la Iglesia hoy día? ¿Se aplica este principio a la traducción y revisión de la Palabra de Dios?
Las Cosas Sagradas de Dios no Debe Ser Tocadas por Extraños
Un día los filisteos decidieron devolver el arca de Jehová a Israel y lo pusieron en un carro llevado por dos vacas y llegó hasta Bet-semes y los levitas bajaron el arca del carro. Pero, luego, algo fuerte sucedió, los hombres de Bet-semes miraron adentro del arca y Dios dio muerte a 50.070 hombres (1 Sam.6:11-19). ¿Por qué? No les correspondía. En otra ocasión, Uza extendió su mano para solamente sostener el arca de Jehová y Dios le mató (2 Sam.6:6-7). De nuevo, no le correspondía a él hacer esta obra. Luego, el Rey David buscó a los levitas para traer el arca de Jehová a Jerusalén cómo Dios estableció en la Ley de Moisés. Correspondía a los hijos de Coat a llevar el arca sobre sus hombros (Núm.7:9).
Dios Escogió a Hombres Santos para Hacer Su Obra
Dios escogió a santos hombres en el AT para hacer Su obra. El escogió a los Sacerdotes (Exo.28:1). También Dios escogió a los Escribas para enseñar y transmitir la Palabra de Dios (Esdras 7:6 y 7:11-12). Por supuesto, Dios escogió también a los profetas que eran descritos como “santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Ped.1:2). En el NT está claro que Cristo escogió a Sus apóstoles para entregarnos la Palabra de Dios (Jn.14:26; Hch.2:42; Efes.2:20). Otro acontecimiento muy importante en el AT para enfatizar aquí, el Rey de Israel fue mandado a hacer su propia copia de la Ley de Dios (Deut.17:18-18). La razón era para leerla todos los días (Jos.1:8) y por ponerla por obra.
Los Creyentes del NT son los Reyes, Sacerdotes y Escribas de Dios
En el NT vemos que los creyentes son los reyes, los escribas y los sacerdotes (1 Ped.2:5). El Señor Jesucristo nos lavó y nos llamó (Apoc.1:4-6). Habían Escribas en el tiempo del NT (Mat.23:34; Tit.3:13). Cristo estableció que la iglesia fuese la columna y baluarte de la verdad (1 Tim.3:15) y era la iglesia que tenía la responsabilidad de enseñar todos los mandamientos de Cristo (Mat.28:20). Vemos dos Iglesias ejemplares en el NT: la de los Tesalonicenses (1Tes.1:8) y la Iglesia de Filadelfia (Apoc.3:7-13).
Nosotros los Responsables Hemos sido muy Irresponsables
¿Qué ha pasado en el transcurso del tiempo? Nosotros, los verdaderos responsables, hemos dejado a los extraños y los inmundos tocar las cosas santas de Dios. Es la responsabilidad de las iglesias de Cristo guardar, transmitir y publicar la Palabra de Dios pero hemos dado la responsabilidad a las Sociedades Bíblicas que mayormente son los que han sido utilizados por Satanás para corromper las Sagradas Escrituras. Dios condenó fuertemente a Israel por rechazar su responsabilidad y por haber “puesto extranjeros como guardas de las ordenanzas en mi santuario” (Eze.44:6-9). Los inconversos no entiendan las cosas espirituales de Dios porque no tienen el Espíritu Santo en sus vidas (1Cor.2:14). Ha sido las Sociedades Bíblicas que han corrompido la Palabra de Dios en los últimos 100 años (2Cor.2:17). La mayoría se componen de inconversos y falsos (2Ped.2:1-3). Se componen de católicos y ecuménicos. Dios nos manda no quitar ni añadir a Su Palabra (Deut.4:2; Prov.30:6; Apoc.22:18-19). Al contrario, nos manda a vivir por cada Palabra que sale de Su boca (Lc.4:4).
¿Cuándo vamos a reconocer nuestra verdadera responsabilidad? ¿Cuándo vamos a dejar de apoyar y sostener las Sociedades Bíblicas que corrompen la Palabra de Dios?
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