Al estudiar los manuscritos de la Biblia, rápidamente podemos darnos cuenta de que realmente solo hay dos clases de Biblias hoy en día. Estas dos clases son traducidas de dos familias de manuscritos. La primera familia de manuscritos se llama la familia de los Textos Recibidos; estos son los textos que históricamente han sido usados por las iglesias desde el tiempo de los apóstoles. La otra familia se llama la familia de los Textos Críticos, o la familia alejandrina. Las Biblias que son traducidas del Texto Crítico solo han sido preminentes por los últimos 150 años.
Los cristianos que creen que la Biblia es perfectamente preservada, normalmente utilizan las Biblias basadas en el Texto Recibido. Los que apoyan el Texto Crítico no creen que la Palabra de Dios ha sido preservada perfectamente ni creen en la doctrina de la Preservación de las Escrituras. Este grupo cree que el texto de la Biblia se ha perdido y debe ser construido de nuevo por medio de la “ciencia” del criticismo textual.
El medio de la preservación
Como ya hemos aprendido, Dios sí prometió preservar su Palabra y Dios sí ha cumplido esta promesa. La promesa de Cristo que no pasará ni una jota ni una tilde ha sido cumplida por medio de los manuscritos de la familia del Texto Recibido. ¿Pero cuál es el medio que Dios utilizó para cumplir su promesa de preservación? Dios trabajaba providencialmente a través del proceso humano de copiar y proteger copias fieles de la Biblia. Hay varios pasos específicos que podemos notar en este proceso.
El primer paso es que los escribas antiguos hacían copias fieles de los autógrafos de la Biblia. Los autógrafos son los manuscritos originales de las Escrituras. Hoy en día no tenemos ni un solo autógrafo de la Biblia. Puede ser que Dios no permitió que estos autógrafos sobrevivieran para no ser adorados como reliquias. Aunque no han sobrevivido los autógrafos originales, Dios no permitió que sus Palabras fueran destruidas cuando los autógrafos perecieron. De los autógrafos han sido hechas muchas copias fieles.
En los tiempos antiguos los que hacían copias de documentos importantes se llamaban escribas. Un escriba era un profesional en copiar con exactitud los documentos antiguos. Su empleo dependía en la calidad de su obra. El lector debe recordar los métodos usados por los escribas judíos para estar seguros de que sus copias eran exactas. Los que enseñan que los escribas no eran capaces de copiar y preservar con exactitud los manuscritos de la Biblia están equivocados; sí fue posible y sí sucedió.
El segundo paso de la preservación es que estas copias fieles y exactas de la Biblia eran leídas, usadas y copiadas muchas veces por los creyentes verdaderos a través de los siglos. Por el hecho de que existían tantas buenas copias de la Biblia, cuando una copia de la Biblia estaba mal hecha, normalmente fue rechazada por los cristianos y no fue utilizada.[1]
Cuando un escriba hacía un error y una copia no salía tan exacta, había muchas otras copias buenas que mostraban sus errores. Un ejemplo sencillo de esto sería, lo difícil que es quitar un párrafo del periódico ya impreso. Uno tendría que recoger todas las copias del periódico que fueron distribuidas por la ciudad. Esto obviamente sería imposible. Si alguien quitaba una frase de un manuscrito, los cristianos verdaderos normalmente sabían del error porque existían otras copias fieles. Tampoco fue posible para las copias malas usurpar la gran cantidad de copias buenas porque eran obvios los errores en las copias malas al compararlas con las copias buenas. Es por esta razón que la gran mayoría de los manuscritos antiguos de la Biblia están de acuerdo y apoyan la Biblia tradicional.
Hoy en día existen más de 5,000 manuscritos del Nuevo Testamento en griego, unos contienen todo el Nuevo Testamento y otros solo una porción. Por lo menos 85 por ciento de los manuscritos son parte de la familia de los Textos Recibidos.[2] El experto textual John Burgon estimó que 995 de cada 1000 manuscritos que él examinó apoyaron el Texto Recibido.[3]
Los cristianos, especialmente la gente común, históricamente han usado las Biblias que vienen de los manuscritos de la familia del Texto Recibido. Contrario a la opinión de muchos críticos textuales modernos, probablemente fue por la gente más pobre y menos educada de la iglesia cristiana que el texto verdadero del Nuevo Testamento fue preservado. Estas personas menos educadas sabían cómo escribir y leer, pero no quisieron marcar sus Biblias preciosas. Los manuscritos de la gente común tienen menos escrituras en los márgenes, estando más cuidados y limpios. No contienen tantas adiciones y palabras borradas como se encuentran en otros manuscritos. Las copias de estos manuscritos impecables también salieron limpias y exactas.[4]
Hay mucha evidencia de que la Biblia tradicional que tenemos hoy en día es la misma Biblia que tenía la iglesia primitiva. Muchos cristianos ancianos citan el texto distinto del Texto Recibido en sus escrituras. Unos ejemplos de libros antiguos que citan el Texto Recibido son:
100-150 DC – La Didaché, La epístola a Diogneto, Justino Mártir.
150-200 DC – El evangelio de Pedro, Atenágoras, Hegesipo Ireneo.
200-250 DC – Clemente de Alejandría, Tertuliano, Clementino, Hipólito, Orígenes.
200-300 DC – Gregorio Taumaturgo, Novaciano, Cipriano, Dionisio de Alejandría, Arquelao.
300-400 DC – Eusebio, Atanasio, Macario, Hilario, Dídimo, Basilio, Tito de Bostra, Cirilo de Jerusalén, Gregorio de Nisa, Cánones Apostólicos, Epifanio, Ambrosio.[5]
Debido a que estos libros antiguos citan el texto distinto de los manuscritos del Texto Recibido, es evidencia incuestionable que existía el texto tradicional en la iglesia primitiva. La Biblia tradicional que tenemos hoy en día es la misma Biblia que usaron los primeros cristianos, no se ha perdido. Los que dicen que el texto tradicional (El Texto Recibido) no es el texto original de la Biblia están equivocados.
El texto tradicional también existe en muchas Biblias antiguas en otros idiomas. Estas Biblias fueron traducidas del texto tradicional y su existencia es una fuerte evidencia de que los manuscritos del Texto Recibido son el mismo texto de la Biblia original. Debemos examinar algunas de estas Biblias antiguas.
La Versión Itálica
La Versión Itálica es una traducción en Latín de la Biblia producida por la iglesia en Italia en 157 DC.[6] Esta traducción es basada en la Biblia tradicional; El Texto Recibido. El Dr. Jeffrey Young, acerca de esta traducción dijo:
La traducción del latín antiguo que estaba siendo usada cuando Jerome preparó la Vulgata fue traducida mucho más temprano que 300 DC porque existen 50 copias entre 300 y 400 DC. Esta traducción también es un testigo, más temprano que el cuarto siglo, que testifica para la autenticidad del texto tradicional.[7]
El histórico Frederick Nolan confirma la existencia de esta traducción en el año 157 DC, menos de 100 años después cuando fueron escritos la mayoría de los libros del Nuevo Testamento.[8] La Itálica fue usada por la gente común, fue una traducción muy literal del griego, y fue usada hasta el noveno siglo.[9] Esta es una evidencia fuerte de que el texto tradicional es el texto que fue usado por los cristianos de la iglesia primitiva.
La Versión Peshitta
La versión Peshitta es otro testigo anciano a la autenticidad del texto tradicional. El Antiguo Testamento es traducido del hebreo casi igual al Hebreo Masorético.[10] El Nuevo Testamento es basado en el Texto Recibido.
La Peshitta fue usada por los cristianos comunes en Siria poco tiempo después de los apóstoles. La palabra Peshitta significa común o simple.[11] Es posible que esta versión fue traducida tan temprano como el primer siglo.[12]
El hecho de que esta traducción estaba basada en el texto tradicional es una evidencia fuerte de que el Texto Recibido es el texto verdadero de la Biblia. Es importante notar que esta versión fue revisada varias veces más tarde y las revisiones empezaron a usar textos corruptos. Por ejemplo, la Peshitta original no contenía los libros apócrifos, pero las revisiones hechas más tarde las incluyeron por causa de la Septuaginta.[13]
El experto textual John Burgon notó acerca de la Peshitta: "Las iglesias de la región de Siria siempre habían usado la Peshitta. Nunca hubo un tiempo cuando estas iglesias no usaban la Peshitta, una versión basada en el Texto Recibido."[14] Esta traducción aun hoy en día sigue siendo un testigo poderoso de la validez de los textos tradicionales y de la preservación de las Escrituras.
La Versión Gótica
La Versión Gótica es una Biblia basada en el Texto Recibido que fue traducida al idioma gótico alrededor del año 350 DC. La traducción fue hecha por un misionero enviado a los góticos llamado Ulfilas.[15] Las porciones de esta traducción que sobreviven hasta el día de hoy son el libro de 2 de Corintios, la mayoría de los cuatro evangelios y algunos de las epístolas de Pablo. La versión gótica es una traducción muy literal.[16]
El teólogo Norman Geisler, quien no es amigo de la doctrina de la Preservación de las Escrituras, dijo acerca de la versión gótica, “Esta traducción sigue cercanamente, casi literalmente al texto griego tipo bizantino (Texto Recibido)”.[17] El Diccionario Eerdmans confirma también que esta versión es basada en el texto tradicional.[18] Los que dicen que no hay evidencia de que el Texto Recibido existía antes del quinto siglo son silenciados por la existencia de esta versión.
El hecho de que el texto tradicional fue utilizado para traducir en el campo misionero, muestra también que era el texto común y aceptado por los cristianos en esta época. La Versión Gótica testifica que el texto tradicional (El Texto Recibido) es el texto verdadero y preservado de la Palabra de Dios.
Otras Traducciones
El texto tradicional fue utilizado en muchas otras traducciones antiguas de la Biblia. El Dr. Waite da una lista extensiva de traducciones en Europa: "Unos ejemplos son la iglesia gálica del sur de Francia (177 DC); la iglesia céltica de Gran Britania; la iglesia de Irlanda y Escocia; Códice W de Mateo (4º o 5º siglo); Códice A de los evangelios (5º siglo); la iglesia primitiva griega (312-1453 DC); todas las iglesias de la Reforma; el texto de Erasmo de 1516 y las otras ediciones... La Biblia alemana de Lutero, la Biblia Olivetana (1537 DC), La Biblia de Taverner (1539 DC), el texto griego de Estéfano (1546-51 DC); La Biblia de Ginebra (1557-60 DC); La Biblia de los Obispos (1568 DC);... El texto griego de Beza (1598 DC) y la Biblia King James (1611 DC)."[19]
Hay muchos otros ejemplos que podemos proporcionar de las traducciones de la Biblia tradicional, el Texto Recibido. Lo que ya hemos mostrado es suficiente para confirmar que este texto ha sido usado por las iglesias desde el tiempo de los apóstoles. Dios ha guardado su promesa de preservar perfectamente su Palabra. Salmo 119:89 dice: "Para siempre, oh Jehová, está establecida tu palabra en el cielo".
Mientras la gran mayoría de los manuscritos existentes apoyan el Texto Recibido, los oponentes de la doctrina de la Preservación de las Escrituras tratan de desacreditar la creencia de que la Biblia es perfecta. Ellos lo hacen por mostrar unas pequeñas diferencias en algunos de los manuscritos en la familia de los Textos Recibidos. Aunque estas diferencias son pocas y pequeñas (como la ortografía de una palabra), la Biblia dice que no perecerá ni una jota ni una tilde y por esto debemos resolver estas diferencias, aun cuando son pequeñas. La buena noticia es que se puede fácilmente resolver estas diferencias al comparar todos los manuscritos disponibles entre la familia de manuscritos.
Para ayudar al lector a entender este proceso, imagine una mesa con 1,000 manuscritos del evangelio de Juan. Suponga que 990 contienen una palabra en un versículo, y 10 no. Es justo concluir que la palabra es parte de la Biblia preservada y los otros 10 manuscritos contienen un error de escriba. Este proceso es el que es usado para resolver cualquier diferencia entre una familia de manuscritos, no importa qué tan pequeñas sean las diferencias.
Este proceso de colación de manuscritos se ha hecho varias veces y por esto hay varias revisiones del Texto Recibido. La colación más exacta fue hecha durante la traducción de la Biblia King James que fue publicada en 1611 DC. Más de 50 eruditos que elaboraron esta traducción, compararon los manuscritos de la familia del Texto Recibido. Aún hoy en día, muchos expertos textuales están de acuerdo que el trabajo que hicieron fue tan preciso que no puede ser superado. Es la convicción de este autor y de muchos otros, que el Texto Recibido y el Hebreo Masorético de la Biblia King James, no contiene errores y es donde vemos cumplida la promesa de la preservación. Es por esta razón que la Biblia King James es la Palabra de Dios en inglés. Este es el texto que debe ser usado para las traducciones de la Biblia en cualquier idioma. El Hebreo Masorético del Antiguo Testamento y el Texto Recibido del Nuevo Testamento han cumplido la promesa de Dios de preservar su Palabra.
[1] Jack Moorman, Forever Settled: A Survey of the Documents and History of the Bible, 60.
[2] Ibid, 71.
[3] Burgon, John William. The Revision Revised. Kindle Edition. 134.
[4] Jack Moorman, Forever Settled: A Survey of the Documents and History of the Bible, 69.
[5] Ibid, 95.
[6] David H. Sorenson, Touch not the Unclean Thing, (Duluth, MN, NorthStar Baptist Ministries), 78. Citando Frederick Henry Scrivener, A Plain Introduction to the Criticism of the New Testament, 2d ed (Cambridge, Deighton, Bell, & CO., 1874), 2:43.
[7] Will Kinney, "The Old Latin Versions and the KJB", http://textus-receptus.com/wiki/Article:_The_Old_Latin_versions_and_the_KJB_by_Will_Kinney (accessed 3-29-21).
[8] David H. Sorenson, Touch not the Unclean Thing, (Duluth, MN, NorthStar Baptist Ministries), 79; Citando a Frederick Nolan, An inquiry into the Integrity of the Greek Vulgate: or Received Text of the New Testament, (London: F.C. & J Rivington), 1815, xvii, xviii.
[9] Carroll D. Osburn, “Itala,” ed. David Noel Freedman, Allen C. Myers, and Astrid B. Beck, Eerdmans Dictionary of the Bible (Grand Rapids, MI: W.B. Eerdmans, 2000), 659.
[10] Ibid. “Peshitta,”.
[11] Ibid.
[12] Ibid.
[13] Jack Moorman, Forever Settled: A Survey of the Documents and History of the Bible, 36.
[14] David H. Sorenson, Touch not the Unclean Thing, (Duluth, MN, NorthStar Baptist Ministries), 81; Citando a John Burgon y Edward Miller, The causes of the Corruption, 128.
[15] Carroll D. Osburn, “Gothic Version,” ed. David Noel Freedman, Allen C. Myers, and Astrid B. Beck, Eerdmans Dictionary of the Bible (Grand Rapids, MI: W.B. Eerdmans, 2000), 524.
[16] F. L. Cross and Elizabeth A. Livingstone, eds., The Oxford Dictionary of the Christian Church, 698.
[17] Norman L. Geisler and William E. Nix, A General Introduction to the Bible, (Rev. and expanded, Chicago: Moody Press, 1986), 519.
[18] Carroll D. Osburn, “Gothic Version,” ed. David Noel Freedman, Allen C. Myers, and Astrid B. Beck, Eerdmans Dictionary of the Bible, 524.
[19] D.A. Waite, Defending the King James Bible, (Collingswood, N.J.: Bible for Today, 1992), 45-48.
Comments