El estudio de cómo Dios ha preservado las Escrituras empieza examinando la preservación del Antiguo Testamento. Como ya hemos visto, el Señor Jesucristo enseñó que el Antiguo Testamento había sido preservado perfectamente sin perder ni una sola palabra. En Mateo 5:18 Él dijo: "Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo sea cumplido". Jesús fue claro cuando dijo que, aunque todo el mundo perezca, nada en la ley de Dios perecerá. Jesús enseñó que el Antiguo Testamento fue preservado desde el tiempo que fue escrito hasta el presente, y que nunca pasará.
Los que creen esta promesa están de acuerdo que el Antiguo Testamento en hebreo fue preservado por medio de lo que se llama el texto Hebreo Masorético. Este es el texto que ha sido utilizado en muchas traducciones a través de la historia de la iglesia. Debemos examinar este texto antiguo y cómo fue preservado a través de los siglos hasta hoy.
La tarea de preservar y copiar el texto sagrado del Antiguo Testamento fue dada a los sacerdotes. Deuteronomio 17:18 dice: "Y será, cuando se sentare sobre el trono de su reino, que ha de escribir para sí en un libro una copia de esta ley, la cual está delante de los sacerdotes levitas". El apóstol Pablo también confirma que los judíos fueron encomendados para las Escrituras y su cuidado. Romanos 3:2 dice: "a ellos les ha sido confiada la palabra de Dios". Como vamos a ver, los sacerdotes históricamente han tenido un gran enfoque en transcribir correctamente las Escrituras a través de los siglos.
Durante el tiempo de la cautividad en Babilonia, el texto puro de las Escrituras había sido preservado y estaba disponible para Esdras. Esdras 7:10 dice: "Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová, y para hacer y enseñar a Israel mandamientos y juicios". Los sacerdotes continuaron cumpliendo la tarea de copiar y preservar las Escrituras, incluso cuando Israel estaba en cautividad.
Aún después del tiempo de Cristo, los judíos continuaron preservando y copiando las Escrituras. Varios grupos de escribas históricamente copiaban cuidadosamente el Antiguo Testamento. Uno de los grupos más antiguos que realizaron esta tarea se llamaba los Tanaim. Ellos fueron conocidos por copiar con exactitud las Escrituras. Otro grupo de escribas que hacía la misma obra fue llamado los Amoraim.[1]
El Texto Hebreo Masorético
El texto preservado del Antiguo Testamento se llama el Hebreo Masorético. Este texto recibió su nombre por los escribas que lo preservaron y cuidaron; los escribas masoréticos. Según el Diccionario Bíblico Lexham, Los masoretas eran: "Eruditos judíos, activos entre 600–950 DC, que desarrollaron tradiciones elaboradas para garantizar la copia precisa del texto hebreo del Antiguo Testamento... Estos eruditos se llamaron masoretas porque desarrollaron y preservaron la Masora; un conjunto de tradiciones establecidas alrededor del texto hebreo consonántico para asegurar su copia precisa. Desarrollaron sistemas para indicar vocales, acentos y anotaciones, para instruir a los escribas y lectores exactamente cómo se debía copiar y leer el texto hebreo del Antiguo Testamento. Sus obras aseguraban un alto grado de uniformidad esencial en la tradición del manuscrito medieval".[2]
Los masoretas siguieron las tradiciones de los escribas judíos antiguos que produjeron muchos métodos complicados para asegurarse de que las copias que realizaron fueran exactas y sin errores. Por ejemplo, el número de palabras, inclusive de letras, en un libro era contado; también la palabra y la letra en la mitad del libro fueron dadas. Ellos anotaban cuántas veces una palabra o frase estaba escrita en el libro.[3] Dios utilizó estos escribas para cumplir su promesa de preservar el Antiguo Testamento.
Rabí Akiba (murió alrededor de 135 DC) muestra la actitud de los escribas judíos cuando dijo, "la transmisión exacta es una cerca para la Torá".[4] La evidencia histórica apoya la creencia de que el Antiguo Testamento ha sido preservado. Hoy en día el número de los manuscritos hebreos del Antiguo Testamento que sobreviven es alrededor de 2,000. Unos manuscritos son solo porciones del Antiguo Testamento.[5]
La exactitud con la cual los escribas copiaron el texto del Antiguo Testamento es vista en un descubrimiento hecho por el Dr. Yigael Yadin en Israel. Porciones del Antiguo Testamento fueron descubiertas que no pueden ser más antiguos que 73 DC. El descubrimiento incluyó los capítulos desde el ocho hasta el doce del libro de Levítico. Lo que era tan increíble es que el texto fue absolutamente igual con el texto tradicional del libro de Levítico. El Dr. Yadin también descubrió otros manuscritos antiguos de otras partes del Antiguo Testamento que también estaban de acuerdo con el texto del Hebreo Masorético.[6]
El texto Hebreo Masorético históricamente ha sido considerado el texto puro del Antiguo Testamento. El Antiguo Testamento completo de este texto, fue impreso por primera vez en 1488 DC después de la invención de la imprenta. Muchos traductores como Martín Lutero y los traductores de la Biblia King James usaron este texto en sus traducciones.[7]
Aunque el Hebreo Masorético ha sido el texto confiable del Antiguo Testamento por muchos siglos, hoy en día los teólogos modernos han empezado a dudarlo. Muchos de ellos dicen que el Hebreo Masorético es inferior a una traducción griega del Antiguo Testamento llamada la Septuaginta. La mayoría de las traducciones modernas de la Biblia ya no siguen fielmente el Texto Masorético, sino la Septuaginta.
La Septuaginta (LXX)
La Septuaginta es una traducción corrupta del Antiguo Testamento al idioma griego. Sus origines exactos no son conocidos. Hay una leyenda extraña, y obviamente mítica, que viene de la Carta de Aristeas. La leyenda dice que la traducción fue hecha por 72 escribas entre 285-247 AC. Según esta carta los 72 escribas hicieron la traducción en 72 días. El nombre LXX (número romano por 70) refiere a estos 72 escribas.[8] De acuerdo con la leyenda, cada escriba tradujo el texto hebreo al griego exactamente igual. La leyenda también asegura que la traducción griega fue inspirada igual como lo fue el hebreo original.[9]
Los detalles de esta leyenda obviamente son exagerados y no son verdad. Un examen de la Septuaginta revela fácilmente diferencias con la leyenda de su origen. El Diccionario Oxford señala: "evidencia interna indica que la LXX (La Septuaginta) es realmente la obra de varios traductores diferentes (en algunos casos, más de un erudito compartiendo la responsabilidad de traducir un solo libro)... la obra de la traducción se extendió por un período de tiempo considerable".[10]
Los traductores modernos prefieren usar la Septuaginta en sus traducciones. Pero, ¿es realmente superior la Septuaginta al hebreo original como muchos proclaman? Cuando examinamos la evidencia, vemos que la Septuaginta tiene muchos problemas y no es tan confiable como muchos aseguran.
La Septuaginta es, en realidad, una traducción de mala calidad. El Dr. Moorman nota cómo algunos libros fueron traducidos en diferentes tiempos, por diversos hombres que usaban métodos y vocabularios distintos. El estilo y calidad del griego es muy diferente entre los libros, asimismo el griego es muy malo en algunos libros como Isaías. Libros como Job, Ester y Proverbios son nada más que paráfrasis. El libro de Proverbios contiene cosas que no aparecen en el hebreo y algunos sentimientos hebreos son cambiados para tener el punto de vista de los griegos.[11] La versión de Job en la Septuaginta es 17 por ciento más corta que el hebreo y Jeremías es 12 por ciento más corta.[12]
La Septuaginta no solo es una mala traducción del hebreo, también contiene errores obvios en el texto. Por ejemplo, Génesis 5:26 en el Hebreo Masorético dice que Matusalén vivió 782 años, pero la Septuaginta dice que vivió 802 años.[13] La Septuaginta dice que Matusalén vivió 20 años más de lo que dice el hebreo. Este es un problema porque según el hebreo, Matusalén murió el mismo año del gran diluvio. Si Matusalén vivió 802 años, hubiera sobrevivido el gran diluvio por 14 años, y esta sería una contradicción. El apóstol Pedro dijo que solo ocho sobrevivieron el gran diluvio (1 Pedro 3:20). Este obviamente es un error en la Septuaginta.
Hay muchos otros ejemplos de errores en la Septuaginta. Génesis 2:15 dice "huerto de deleite" en lugar de "huerto de Edén". Génesis 3:8 dice "tarde" en lugar de "al aire del día". Génesis 5:3 dice que Set nació cuando Adán tenía 230 años. Esto contradice el hebreo que dice que Adán tenía 130 años. Génesis 5:6 dice 205 años cuando debe decir 105 años. Génesis 5:7 dice 707 años en lugar de 807 años en el hebreo. Génesis 5:9 dice 190 años en lugar de 90 años en el hebreo. Hay muchos otros ejemplos de errores en números de la Septuaginta especialmente en Génesis capítulos 5 y 11. Génesis 6:14-15 en la Septuaginta dice que el arca fue construida por otra clase de madera que la que dice el hebreo. Génesis 10:2 añade otro hijo a los hijos de Jafet (hay muchos ejemplos de nombres añadidos). Génesis 10:10 llama a Babel "Babilonia". Génesis 20:14 añade "mil pedazos de plata". La lista de diferencias y contradicciones entre el Hebreo Masorético y la Septuaginta es bastante extensa.
La Septuaginta también omite grandes porciones de la Biblia Hebrea. Éxodo 36:10-33 es completamente omitido. Ejemplos de otros textos que también no están en la Septuaginta son Jeremías 52:28-30, 1 Samuel 18:1-5, Proverbios 22:6, Éxodo 28:23-28, Isaías 2:22 y otros.
La Septuaginta o LXX es muy diferente a la Biblia hebrea tradicional. Por ejemplo, la Septuaginta contiene los libros apócrifos mezclados con los libros tradicionales. Esto es muy raro porque los libros apócrifos históricamente siempre fueron rechazados por los judíos.[14] También las divisiones tradicionales de la Ley, los Profetas y las Escrituras fueron abandonados en la Septuaginta.
Los libros apócrifos fueron rechazados por los judíos, en parte, porque contienen muchas doctrinas heréticas que contradicen el resto de la Biblia. Por ejemplo, Tobit 6:5-9 habla de usar el corazón e hígado de un pescado para echar fuera los demonios. El texto dice:
"El muchacho abrió el pescado y separó la hiel, el corazón y el hígado. Luego puso a asar un poco de pescado y se lo comió. El resto lo saló y lo guardó. Y siguieron juntos el viaje hasta que llegaron cerca de Media. Entonces el muchacho preguntó al ángel: –Amigo Azarías, ¿para qué sirven de remedio la hiel, el corazón y el hígado del pescado? Él contestó: –Cuando una persona es atacada por un demonio o espíritu malo, si se queman delante de esa persona el corazón y el hígado del pescado, cesa el ataque y no se repite jamás. Y cuando una persona tiene nubes en los ojos, si se untan con la hiel y se sopla en ellos, queda sana".[15]
Este texto muestra una práctica oculta y Dios prohíbe el ocultismo en Deuteronomio 18:10-12. Otros ejemplos de herejías en los libros apócrifos son la salvación por dar la limosna (Tobit 12:9) y sacrificios por los muertos (2 Macabeos 12:43-45).
Es muy probable que la razón de que muchos eruditos modernos quieran usar la Septuaginta, es para apoyar el uso de los libros apócrifos. Esto es necio cuando consideramos que Jesús también rechazó los libros apócrifos al definir cuáles libros son parte del Antiguo Testamento. En Mateo 23:35 Él dijo: "desde la sangre de Abel el justo, hasta la sangre de Zacarías". 2 de Crónicas es el último libro en la Biblia hebrea. La Septuaginta termina con el libro apócrifo, Bel y la serpiente. Este versículo es evidencia fuerte de que Jesús no consideró los libros apócrifos y sus historias como parte del canon de las Escrituras.
Algunos dicen que Jesús y los apóstoles utilizaron la Septuaginta y no la Biblia Hebrea. Ellos denotan que la Septuaginta corresponde a veces con lo que Jesús y los apóstoles citaron del Antiguo Testamento. La realidad es que la probabilidad de que estaban citando la Septuaginta es muy baja. Jesús habló de las divisiones de la Biblia hebrea, no la Septuaginta. Lucas 24:44 dice: "Y les dijo: Éstas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros; que era necesario que se cumpliesen todas las cosas que están escritas de mí en la ley de Moisés, y en los profetas, y en los Salmos".
Hay poca posibilidad de que Jesús hubiera preferido una traducción griega en lugar de la Biblia hebrea. El hebreo era el idioma de la sinagoga en el tiempo de Cristo, no el griego. Los rollos que Jesús hubiera leído, con seguridad, hubieron sido en hebreo.[16]
A pesar de lo que dicen muchos hoy en día, hay poca evidencia de que la Septuaginta existía en el tiempo de Cristo. El manuscrito más antiguo que tenemos era de 200-300 DC.[17] Muchos creen que la Septuaginta moderna fue hecha por Orígenes en Alejandría, Egipto alrededor de este tiempo.
Una de las evidencias más sugeridas para la traducción de la Septuaginta antes de Cristo es la existencia de cuatro fragmentos que contienen versos del libro de Deuteronomio. Estos fragmentos de manuscritos datan de un periodo antes de Cristo y son los únicos manuscritos en griego de cualquier parte del Antiguo Testamento jamás hallados que preceden los tiempos de Cristo.
Los primeros tres fragmentos de manuscritos conocidos como "Papiros Rylands 458" se hallaron juntos, y contienen Deuteronomio 23; 25:1-3; 26: 12, 17, 19 y 28:31-33. Un cuarto fragmento se halló en la ciudad de Fouad, Egipto, y repite los mismos versos, pero además agrega Deuteronomio 32:7.
Ninguno de los escritores del Nuevo Testamento jamás cita cualquiera de estos pasajes y por tanto no se puede comprobar cuál Biblia usó Cristo y los apóstoles. Estos son los únicos manuscritos del Antiguo Testamento Griego que predatan el tiempo de Cristo. Lo único que comprueban es que alguien había traducido parte del libro de Deuteronomio al Griego antes de 150 AC. Dado el hecho que estos pasajes no fueron citados por nadie, se hace imposible comprobar quién usó esta traducción y cuán popular era.
La creencia de que Jesús y los apóstoles citaron la Septuaginta también tiene problemas. El Dr. Moorman escribió acerca de esto: "En el Nuevo Testamento hay más de 263 citas del Antiguo Testamento, y de estas citas solo 88 corresponden cercanamente con la Septuaginta. Hay 64 que son usadas con unas variaciones, 37 tienen el mismo significado expresado en diferentes palabras, 16 están más de acuerdo con el hebreo, y 20 son diferentes del hebreo y la Septuaginta".[18]
El hecho de que la Septuaginta a veces corresponde con las citas del Nuevo Testamento no es evidencia firme para asegurar que Jesús y los apóstoles estaban citando la Septuaginta. Lo más probable es que la Septuaginta fue traducida después del tiempo de Jesús y los apóstoles. Es muy probable que es la Septuaginta la que cita el Nuevo Testamento, no el Nuevo Testamento citando a la Septuaginta. También, es importante notar que cuando Jesús y los apóstoles citaron el Antiguo Testamento, muchas veces era en referencia de una profecía cumplida, no una cita exacta.
La Septuaginta es diferente del hebreo en muchas maneras. Es extraño que muchos traductores de las Biblias modernas consideran a esta traducción superior al hebreo original. Las adiciones, omisiones y cambios al texto fueron prohibidas en la Ley. Deuteronomio 4:2 dice: "No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno". Proverbios 30:6 confirma lo mismo: "No añadas a sus palabras, no sea que Él te reprenda, y seas hallado mentiroso".
La persona que honestamente examina la evidencia debe concluir que la Septuaginta no es el lugar donde Dios preservó el Antiguo Testamento. Los que prefieren la Septuaginta tampoco creen que no tiene errores ni que es perfecta. La realidad es que ellos creen que no hay una Biblia perfecta que podamos tener hoy en día. Esta creencia hace a Dios un mentiroso porque Él prometió preservar su Palabra. Dios sí preservó el Antiguo Testamento a través del texto Hebreo Masorético.
La Septuaginta en las traducciones modernas
Si uno quiere una Biblia fiel a lo que Dios originalmente escribió, las traducciones en cualquier idioma deben usar el Hebreo Masorético y no la Septuaginta. Desafortunadamente, esto no es lo que tenemos en muchas traducciones de la Biblia en español. Casi todas las traducciones modernas en la mayoría de idiomas están usando la Septuaginta en su texto. El resultado es que estas traducciones contienen errores, omisiones, adiciones y cambios de la Palabra de Dios.
Es importante notar que estas traducciones que usan la Septuaginta no la usan completamente. Ellas mezclan la Septuaginta con el Hebreo Masorético. La razón de esto es que, si usaran fielmente la Septuaginta, tendrían errores obvios y faltarían grandes porciones de la Biblia como Éxodo 36:10-33, Jeremías 52:28-30, 1 Samuel 18:1-3 y Proverbios 22:6. Es probable que vendieran menos Biblias si fueran completamente fieles a la Septuaginta.
En lugar de seguir fielmente la Septuaginta o el Hebreo Masorético, muchas traducciones mezclan los dos textos. El resultado es una Biblia híbrida de dos textos. Este texto híbrido es nuevo, nadie en el pasado ha leído una Biblia así. Estas Biblias son nada más que las creaciones basadas en las preferencias de los "eruditos" modernos.
Casi cada versión de la Biblia es diferente en cuanto a cómo es este híbrido de textos. Unas versiones usan unas partes de la Septuaginta y otras usan diferentes partes. ¿Quién decide cuáles partes usar y cuáles no? La realidad es que, la decisión es según las preferencias de los traductores. Es por esto, que las versiones son tan diferentes en lo que dicen.
En los siguientes ejemplos vamos a ver cómo unas traducciones han insertado la Septuaginta en su texto. En los ejemplos usaremos cinco traducciones, La Reina-Valera Gómez (RVG), La Reina-Valera 1909 (RV1909), La Reina-Valera 1960 (RV1960), La Nueva Versión Internacional (NVI) y Dios Habla Hoy (DHH). La Biblia RVG es una revisión de la RV1909 que sigue fielmente el Hebreo Masorético y no utiliza nada de la Septuaginta. Las otras versiones sí utilizan la Septuaginta en varias ocasiones.
¿Quién lloró? - Génesis 21:16b
(RVG) porque decía: No veré cuando el muchacho morirá: y se sentó enfrente, y alzó su voz y lloró. (Agar lloró)
(RV1909) porque decía: No veré cuando el muchacho morirá: y sentóse enfrente, y alzó su voz y lloró. (Agar lloró)
(RV1960) porque decía: No veré cuando el muchacho muera. Y cuando ella se sentó enfrente, el muchacho alzó su voz y lloró.
(NVI) pues pensaba: «No quiero ver morir al niño.» En cuanto ella se sentó, comenzó a llorar desconsoladamente. (Agar lloró)
(DHH) pues no quería verlo morir. Cuando ella se sentó, el niño comenzó a llorar.
Aquí vemos una gran diferencia entre las traducciones. La RV1960 y Dios Habla Hoy han añadido "el muchacho" y "el niño" al final del versículo. Esta adición cambia completamente quién está llorando. La razón de que añadieron esto es porque "el muchacho" está en la Septuaginta, pero no en el Hebreo Masorético. Este cambio da otro sentido a lo que el versículo dice. ¿Quién lloró, Agar o el niño? Los dos no pueden ser correctos, uno es correcto y el otro no. Por saber que la Septuaginta es una traducción con errores, debemos confiar en el hebreo.
¿Aumentaste la alegría o no? Isaías 9:3a
(RVG) Aumentando la gente, no aumentaste la alegría.
(RV1909) Aumentando la gente, no aumentaste la alegría.
(RV1960) Multiplicaste la gente, y aumentaste la alegría.
(NVI) Tú has hecho que la nación crezca; has aumentado su alegría.
(DHH) Señor, has traído una gran alegría; muy grande es el gozo.
En Isaías 9:3 vemos otro ejemplo de grandes diferencias entre las traducciones. El Hebreo Masorético muestra que Dios no aumentó la alegría. La Septuaginta dice que sí. Es importante entender que estos no son solo preferencias en traducción, el texto y lo que la Biblia está diciendo es completamente desigual en versiones diferentes. ¿Aumentó la alegría o no aumentó la alegría? Si seguimos el hebreo y la Biblia tradicional sabemos que Dios no aumentó la alegría. Si seguimos la Septuaginta, que tiene errores demostrables, vamos a pensar algo diferente.
Salgamos al campo (añadido) - Génesis 4:8
(RVG) Y habló Caín con su hermano Abel. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y le mató.
(RV1909) Y habló Caín a su hermano Abel: y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y le mató.
(RV1960) Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató.
(NVI) Caín habló con su hermano Abel. Mientras estaban en el campo, Caín atacó a su hermano y lo mató.
(DHH) Un día, Caín invitó a su hermano Abel a dar un paseo, y cuando los dos estaban ya en el campo, Caín atacó a su hermano Abel y lo mató.
En este texto, dos de las traducciones añaden unas palabras de Caín a Abel. "Salgamos al campo" no está en el hebreo. Estas palabras de Caín solo están en la Septuaginta. ¿Qué mal hay en añadir algo a este versículo? Lo malo es que Dios lo prohibió. Proverbios 30:6 dice: "No añadas a sus palabras, no sea que Él te reprenda, y seas hallado mentiroso". Es deshonesto para una traducción de la Biblia usar una parte de un texto y otra parte del otro. Si Dios ha preservado su Palabra en el hebreo, debemos ser fieles al texto hebreo.
Yo lo conozco (omitido) - Génesis 18:19a
(RVG) Porque yo lo conozco, sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, (Hebreo)
(RV1909) Porque yo lo he conocido, sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, (Hebreo)
(RV1960) Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, (LXX)
(NVI) Yo lo he elegido para que instruya a sus hijos y a su familia, (LXX)
(DHH) Yo lo he escogido para que mande a sus hijos y descendientes (LXX)
En este ejemplo, el Hebreo Masorético dice que Dios conoció a Abraham, mientras que la Septuaginta omite la frase. La RVG y la RV1909 siguen el hebreo aquí, a diferencia de las otras versiones que siguen la Septuaginta.
¿Amiga o Amada? - Cantares 2:10
(RVG) Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amada mía, hermosa mía, y ven. (Hebreo)
(RV1909) Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y vente. (LXX)
(RV1960) Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven. (LXX)
(NVI) Mi amado me habló y me dijo: ¡Levántate, amada mía; ven conmigo, mujer hermosa! (Hebreo)
(DHH) Mi amado me dijo: «Levántate, amor mío; anda, cariño, vamos. (Hebreo)
En Cantares 2:10 el hebreo dice "amada", pero la Septuaginta dice amiga. La RVG, incluso la NVI y DHH siguen el hebreo; sin embargo, la RV1909 y RV1960 siguen la Septuaginta.
Otros Ejemplos
En las comparaciones que he hecho de diferentes versiones de la Biblia, he encontrado que la RV1960 tiene una afinidad muy notable con la Septuaginta. Es interesante que muchas veces sigue la Septuaginta aun cuando la NVI no la sigue. En Génesis 24:39, la RV1960 omite la frase "a mi señor" pero la NVI la incluye. Esta frase está en el Hebreo Masorético, mas no en la Septuaginta.
La RV1960 muestra en Génesis 21:9 otra diferencia con el hebreo. La RV1960 añade la frase "de su hijo Isaac" pero la NVI sigue el hebreo y no lo hace.
Ester 8:10 en el hebreo menciona varios animales incluyendo caballos, mulos, camellos y dromedarios. La Septuaginta no menciona los animales. La RV1960 y la NVI solo mencionan los caballos, así mezclando los dos textos.
La Septuaginta omite "dejadme" en Job 13:13. La RV1960 y la NVI siguen su ejemplo, ignorando el hebreo.
Hay muchos otros ejemplos, pero estos deben ser suficientes para mostrar que muchas traducciones no son fieles al texto correcto del Antiguo Testamento. Es curioso que muchas versiones quieren usar la Septuaginta en algunos versículos, pero no seguen la Septuaginta en sus errores obvios, libros apócrifos o versículos borrados. Sus comités de traducción no fueron leales a ningún texto, sino a sus propias preferencias. La versión RVG en español tiene el Antiguo Testamento superior a estas otras traducciones porque es fiel al texto correcto; el Hebreo Masorético.
[1] Jack Moorman, Forever Settled: A Survey of the Documents and History of the Bible, (Collingswood, N.J.: The Dean Burgon Society Press, 1999), 9.
[2] Drew Longacre, «Masoretas», ed. John D. Barry y Lazarus Wentz, Diccionario Bíblico Lexham (Bellingham, WA: Lexham Press, 2014).
[3] Jack Moorman, Forever Settled: A Survey of the Documents and History of the Bible, 9.
[4] Ibid.
[5] Ibid. 10.
[6] David Otis Fuller, Which Bible, citando Yigael Yadin, MASADA: Herod's Fortress and the Zealot's Las Stand. (Grand Rapids, MI: Grand Rapids International Publications, 1995), 10.
[7] Ibid. 9.
[8] J. William Johnston, “Septuagint,” ed. John D. Barry et al., The Lexham Bible Dictionary.
[9] Ibid.
[10] F. L. Cross and Elizabeth A. Livingstone, eds., The Oxford Dictionary of the Christian Church, 1493.
[11] Jack Moorman, Forever Settled: A Survey of the Documents and History of the Bible, 14.
[12] Tim McLay, «Septuagint», ed. David Noel Freedman, Allen C. Myers, y Astrid B. Beck, Eerdmans dictionary of the Bible, (Grand Rapids, MI: W.B. Eerdmans, 2000), 1185.
[13] Lancelot Charles Lee Brenton, The Septuagint Version of the Old Testament: English Translation (London: Samuel Bagster and Sons, 1870), Ge 5:26.
[14] Douglas Estes, «Apócrifos», ed. John D. Barry y Lazarus Wentz, Diccionario Bíblico Lexham, (Bellingham, WA: Lexham Press, 2014).
[15] Dios Habla Hoy (Tobit 6:5-9).
[16] Jack Moorman, Forever Settled: A Survey of the Documents and History of the Bible, 22.
[17] Ibid, 18.
[18] Ibid, 21.
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